Los árboles en la ciudad.

¿Qué pasaría si todas las funciones que cumplen los árboles en la ciudad se pudiesen medir monetariamente?

Mejoran la calidad del aire: los árboles son agentes activos contra la contaminación atmosférica. Generan oxígeno, absorben dióxido de carbono y retienen los polvos y partículas que se mantienen en el ambiente.Con esto contribuyen a una menor incidencia de enfermedades respiratorias debidas a la polución.

Actúan como barreras sonoras: el follaje de los árboles actúa retrasando y deteniendo las ondas sonoras. Una menor contaminación acústica significa un menor estrés para las personas.

Influyen sobre el clima: aumentan la humedad del ambiente, disminuyen la temperatura, generan corrientes de aire, forman pantallas contra el viento, la lluvia, la nieve, el granizo y los rayos solares. Por lo tanto, plantados estratégicamente contribuyen a reducir el uso de los sistemas de climatización.

Reducen la escorrentía superficial; prevención de la erosión: facilitan la infiltración del agua en el subsuelo, ya que amortiguan la lluvia y reducen la velocidad de movimiento del agua superficial. Con ello contribuyen a reducir las necesidades de riego de las superficies ajardinadas, a mitigar problemas de inundaciones y se reducen los gastos en mantenimiento de las superficies de los parques.

Depuran las aguas infiltradas en el suelo: las raíces actúan como descontaminantes al retener nutrientes y agentes patógenos.

Mejoran la calidad paisajística de las ciudades: los árboles se constituyen como elementos fundamentales para armonizar el paisaje urbano, añadiendo diversidad y variedad de colores, formas y texturas, y contribuyendo a integrar diferentes estructuras de aspecto poco agradable. Los árboles y arbustos plantados en el entorno de una zona residencial pueden incrementar el valor de mercado de las viviendas de un 7 a un 20% (Wood 1999).

Sirven como alimento y lugar de nidificación para las aves: beneficiando a éstas y a los ciudadanos que pueden disfrutar de su presencia y sus cantos.

Constituyen lugares de descanso y relax para los ciudadanos: sin duda alguna no se entiende un pequeño parque de barrio sin la presencia en él de los árboles. Se ha comprobado que las personas que habitualmente se encuentran en zonas donde disfrutan de vistas y/o acceso a parques o zonas ajardinadas son más eficientes en sus tareas y se encuentra en mejor estado anímico.

Son muchos los beneficios que aportan los árboles, y más aún si su elección en cualquier proyecto urbanístico corre a cargo de un técnico competente. Lo que además, con toda seguridad, reducirá los costes posteriores de mantenimiento, tratamientos, reposiciones, etc. No podemos permitirnos el lujo de considerar los árboles (y el resto de plantas también) como meros elementos decorativos de aceras y jardines, como si de bancos o farolas se tratase.

El alcornoque de la Universidad Politécnica

El alcornoque es una de las especies del género Quercus (Quercus suber) cuyo hábitat natural son los valles de la región mediterránea occidental. El principal aprovechamiento de este árbol ha sido su corteza, el corcho, existiendo importantes masas de alcornocales en las sierras de Huelva y Cádiz y en la Sierra Espadán (Castellón) dedicadas a este fin. Además este árbol también es aprovechable por sus bellotas y en menor medida por su madera.

A pesar de tener un porte muy ornamental es muy difícil encontrar alcornoques en la ciudad de Valencia, es por esto que he considerado oportuno dedicarle un espacio en el blog de Vértice Verde a un ejemplar que se sitúa en el Campus de la UPV en Valencia, y que debido a unas obras (algo tan habitual en esta universidad como el ir y venir de los alumnos) se encuentra en muy malas condiciones.

El árbol está situado en el jardín que se encuentra entre la Escuela de Ingenieros de Caminos y la Casa del Alumno, frente a la piscina. Es curioso que es el único árbol que ha quedado dentro de la zona de obras y no se le ha colocado ningún tipo de protección. En la siguiente foto se puede ver el entorno tan agradable que tiene nuestro alcornoque.

Y en esta otra se pueden apreciar algunas ramas rotas.

Esperemos que nuestra "surera" sobreviva a la tortura que están siendo estas obras y algún día llegue a parecerse a estos ejemplares.

¿Por qué usar planta autóctona?

En mi primera entrada en este blog, creado como primer granito de arena de un pequeño proyecto, voy a tratar de exponer las razones por las que apostar por planta autóctona a la hora de realizar un jardín para un particular, para la implantación de vegetación en un proyecto de obra civil o hasta en la elección de las plantas que queremos poner en nuestro balcón o terraza.
A pesar de las múltiples ventajas que tiene el empleo de planta autóctona, en España todavía es muy extendido el uso de plantas exóticas, desde el pequeño jardín hasta en las actuaciones de obra civil. Pero vamos al grano, enumeraré las ventajas de emplear planta autóctona adaptándolo al caso de la región mediterránea española:

1.  Reducimos las marras (plantas que han de reponerse), por lo tanto reducimos costes. Cuando se implanta vegetación en cualquier sitio, se suele hacer con planta joven, más exigente en requisitos ambientales que si es adulta. Si escogemos plantas adaptadas al clima en el que nos encontramos, éstas tendrán menos problemas para desarrollarse.
2. Son más económicas. Dado que sus costes de producción en vivero son menores.
3. Si una planta se encuentra en su hábitat va a mostrar su mejor aspecto. Lo que se desea en cualquier actuación paisajística, entre otras cosas, es que las plantas cumplan su papel estético lo mejor posible, y esto es más fácil de lograr con planta autóctona. Existen en la ciudad de Valencia especies de árboles que no están adaptados a nuestro clima que no lucen con todo su explendor, es lo que sucede con el arce negundo, originario de Norteamércia o el naranjo amargo, que procede de las regiones montañosas del sudeste asiático.
4. Reducimos el consumo de agua. Hemos de ser conscientes que no estamos en el norte de Europa, ni en una región tropical. Carece de sentido seguir diseñando rotondas o medianas cubiertas de cesped en ciudades como Valencia.
5. Evitamos los problemas producidos por las plantas invasoras. Una planta se convierte en invasora cuando en el hábitat en el que se ha introducido no existen otros individuos que puedan competir con ella, con lo cual estos últimos se ven desplazados del que era su hábitat original, lo que provoca alteraciones en el ecosistema natural. Hay que tener en cuenta que nuestro jardín interactúa con los organismos del entorno natural más próximo, con lo que si introducimos especies potencialmente invasoras es muy probable que afecten a los ecosistemas más cercanos. Además de los problemas ecológicos, las plantas invasoras también comportan un problema económico, al incrementarse los costes de mantenimiento de la zona ajardinada, así como los costes de su eliminación en parajes naturales.

Estas son algunas de las razones más importantes por las que elegir planta autóctona (mediterránea en nuestro caso). Existen otras, como pueden ser favorecer a la fauna autóctona o la protección del paisaje mediterráneo, pero me he querido centrar en las que pueden ser de mayor interés para el particular u organismo público que contrata los servicios de un profesional del paisaje.

La crisis según Albert Einstein

El otro día en un tablón de la universidad me encontré con este texto que me pareció una brillante reflexión, sea o no de Einstein.

"No pretendamos que las cosas cambien, si siempre hacemos lo mismo. La crisis es la mejor bendición que puede sucederle a personas y países, porque la crisis trae progresos.

La creatividad nace de la angustia como el día nace de la noche oscura. Es en la crisis que nace la inventiva, los descubrimientos y las grandes estrategias. Quien supera la crisis se supera a sí mismo sin quedar superado. Quien atribuye a la crisis sus fracasos y penurias, violenta su propio talento y respeta más a los problemas que a las soluciones.

La verdadera crisis, es la crisis de la incompetencia.

El inconveniente de las personas y los países es la pereza para encontrar las salidas y soluciones. Sin crisis no hay desafíos, sin desafíos la vida es una rutina, una lenta agonía. Sin crisis no hay méritos. Es en la crisis donde aflora lo mejor de cada uno, porque sin crisis todo viento es caricia.

Hablar de crisis es promoverla, y callar en la crisis es exaltar el conformismo.

En vez de esto, trabajemos duro. Acabemos de una vez con la única crisis amenazadora, que es la tragedia de no querer luchar por superarla."

Albert Einstein (1879 – 1955)