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miércoles, 21 de diciembre de 2011

Los árboles en la ciudad.

¿Qué pasaría si todas las funciones que cumplen los árboles en la ciudad se pudiesen medir monetariamente?

Mejoran la calidad del aire: los árboles son agentes activos contra la contaminación atmosférica. Generan oxígeno, absorben dióxido de carbono y retienen los polvos y partículas que se mantienen en el ambiente.Con esto contribuyen a una menor incidencia de enfermedades respiratorias debidas a la polución.
Actúan como barreras sonoras: el follaje de los árboles actúa retrasando y deteniendo las ondas sonoras. Una menor contaminación acústica significa un menor estrés para las personas.
Influyen sobre el clima: aumentan la humedad del ambiente, disminuyen la temperatura, generan corrientes de aire, forman pantallas contra el viento, la lluvia, la nieve, el granizo y los rayos solares. Por lo tanto, plantados estratégicamente contribuyen a reducir el uso de los sistemas de climatización.
Reducen la escorrentía superficial; prevención de la erosión: facilitan la infiltración del agua en el subsuelo, ya que amortiguan la lluvia y reducen la velocidad de movimiento del agua superficial. Con ello contribuyen a reducir las necesidades de riego de las superficies ajardinadas, a mitigar problemas de inundaciones y se reducen los gastos en mantenimiento de las superficies de los parques.
Depuran las aguas infiltradas en el suelo: las raíces actúan como descontaminantes al retener nutrientes y agentes patógenos.
Mejoran la calidad paisajística de las ciudades: los árboles se constituyen como elementos fundamentales para armonizar el paisaje urbano, añadiendo diversidad y variedad de colores, formas y texturas, y contribuyendo a integrar diferentes estructuras de aspecto poco agradable. Los árboles y arbustos plantados en el entorno de una zona residencial pueden incrementar el valor de mercado de las viviendas de un 7 a un 20% (Wood 1999).
Sirven como alimento y lugar de nidificación para las aves: beneficiando a éstas y a los ciudadanos que pueden disfrutar de su presencia y sus cantos.
Constituyen lugares de descanso y relax para los ciudadanos: sin duda alguna no se entiende un pequeño parque de barrio sin la presencia en él de los árboles. Se ha comprobado que las personas que habitualmente se encuentran en zonas donde disfrutan de vistas y/o acceso a parques o zonas ajardinadas son más eficientes en sus tareas y se encuentra en mejor estado anímico.
Son muchos los beneficios que aportan los árboles, y más aún si su elección en cualquier proyecto urbanístico corre a cargo de un técnico competente. Lo que además, con toda seguridad, reducirá los costes posteriores de mantenimiento, tratamientos, reposiciones, etc. No podemos permitirnos el lujo de considerar los árboles (y el resto de plantas también) como meros elementos decorativos de aceras y jardines, como si de bancos o farolas se tratase.

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