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lunes, 28 de octubre de 2013

De invasoras a ornamentales.

Por lo general, la gran mayoría de las plantas invasoras han sido introducidas por el ser humano para usos ornamentales, agrícolas, forestales o industriales, posteriormente se han extendido, ocasionando problemas de diferente índole según las condiciones de la zona geográfica afectada.
En la actualidad existe legislación y publicaciones que marcan las pautas para evitar la entrada de plantas invasoras, controlar su expansión y eliminarlas. Éstas han de ser las herramientas sobre las que apoyarse para poner freno al riesgo que estas especies suponen para la biodiversidad de los ecosistemas afectados o susceptibles de serlo. Sin embargo, no parece que desde las administraciones públicas se esté siendo muy extricto al respecto.
En ciertas ocasiones, al llevar a cabo obras de acondicionamiento de parcelas particulares los propietarios se encuentran con la presencia de ejemplares de estas especies, los cuales deciden mantener como elemento ornamental, tal y como podemos observar en la imagen inferior.

Rocalla con Ailanthus altissima, Opuntia ficus-indica, Aptenia cordifolia y
Yucca aloifolia; todas ellas consideradas invasoras.
Es totalmente comprensible que una rocalla así pueda encontrarse en un jardín particular cuyo diseño no haya pasado por las manos de una persona cualificada. Sin embargo, cuesta entender que este tipo de cosas sucedan en obra pública, donde en teoría ha de intervenir personal competente en diferentes campos. Este es el caso que se da junto a la estación del AVE de Valencia, donde un  ejemplar de Ailanthus altissima domina la calle San Vicente Mártir en este punto.

El ejemplar de Ailanthus altissima junto a la estación del AVE.
Este árbol, que suele proliferar en riberas y en los entornos de las vías férreas, es una de las especies invasoras más agresivas del Levante Español. A pesar de ello, el personal encargado del proyecto de adecuación del entorno de la estación del AVE parece que decidió conservarlo como si de una especie vegetal de especial interés se tratase.
Como ya se comentó en la entrada anterior las especies invasoras generan una serie de problemas en los entornos urbanos que derivan en sobrecostes de mantenimiento para las arcas públicas, y Ailanthus altissima no es una excepción. No obstante, según se puede comprobar en el Decreto 213/2009, de 20 de noviembre, del Consell, en Valencia la mayoría de las plantas invasoras que se puedan emplear en jardinería urbana no son consideradas como un riesgo importante, por lo que no se indican medidas al respecto en casos como el que nos ocupa.
 

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lunes, 14 de octubre de 2013

Las plantas invasoras en la jardinería urbana de Valencia.


Las plantas invasoras son aquellas que siendo exóticas de la región en la que se han instalado, encuentran unas condiciones ambientales que les permiten proliferar de tal forma que logran desplazar a las plantas autóctonas, alterando así los ecosistemas que invaden.
La principal razón por la que una especie se convierte en invasora es la ausencia de elemento alguno que controle su desarrollo (depredadores, plagas u otras especies competidoras por el mismo hábitat), junto con unas condiciones edafoclimáticas propicias (similares o más favorables que las de su región de origen).
A pesar de los estudios, publicaciones y normativas realizados al respecto, en los que se advierte y se demuestra la amenaza que suponen estas especies, en la práctica no se están siguiendo las directrices marcadas. Así, es posible obtener muchas de estas especies en viveros, se siguen empleando varias de ellas en jardinería urbana y son pocas las actuaciones que se llevan a cabo para su control y eliminación.
En el caso de la ciudad de Valencia es bastante habitual el uso de algunas especies invasoras en parques, jardines y calles, entre ellas destacan:
A pesar de que el uso de este tipo de plantas en ambientes urbanos pueda ser menos problemático en términos de invasibilidad, que en terrenos rurales o forestales, hay que tener en cuenta que los parques naturales próximos se pueden ver afectados. Además, existen otros problemas derivados, como las semillas y/o frutos venenosos de algunas de estas especies o las alergias que pueden producir en la población a causa del polen.

Acer negundo en alineación junto a carril bici.

Desde el punto de vista de la gestión del Servicio de Jardinería, las plantas invasoras van a comportar sobrecostes derivados de su control en las zonas verdes de la ciudad, dado que suelen colonizar terrenos con facilidad y tienden a desarrollarse de forma vigorosa. Como en muchos otros casos, la prevención va a ser la mejor medicina.

Ejemplares de Schinus molle en acera.

Aunque sólo fuese por motivos económicos (en los tiempos que corren alguna importancia tiene este aspecto) se debería ser más riguroso a la hora de seleccionar las especies en los proyectos de jardinería urbana. Es éste un sector en el que una adecuada gestión comportaría una importante reducción de gastos para las arcas públicas, sobre todo a medio y largo plazo.

Robinia pseudoacacia 'Pyramidalis' en mediana.

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